Dios es nuestro Padre clemente,
compasivo y amoroso y quiere nuestra felicidad por encima de todo.
Por eso, envía a sus mensajeros a llamar, a invitar, una y otra vez, para
que podamos participar de su gran fiesta, pero en si ¿Quién va a ir a su
banquete? ¿Quién va a aceptar la invitación?
Esta es una parábola, pero como ya acabo de mencionar,
¿Quién o quiénes van a asistir al banquete? esta es una pregunta que muchos se
hacen y también hay muchos que ni siquiera les interesa algo del tema, pues los
que apenas se interesas piensan que con solo ir a la iglesia y ser parte de
ella mientras esta de ella, pero cuando se termina el culto o la misa salen y ya
cambian, piensan que con ese momento de adoración ya lograron ganar un puesto
en el banquete, pero de primeras este puesto no se gana, sino que
Jesucristo el hijo de nuestro Padre que está en los cielos, nos lo está
regalando simplemente por algo a cambio, pero que será esto, será muy difícil
hacerlo, pues no por el contrario es muy sencillo y es llevar una vida de
cristiano tomado de la mano de Dios, pero ¿Cómo se hace esto? pues esto se hace
alejándose de todas las clases de pecados que se encuentran en el mundo, como
los pecados de la carne y otros más que nos corrompen, nos cambian,
nos quitan la felicidad, por lo que ¿Cuál persona puede ser feliz en el
pecado? pues nadie, por lo que se siente como un vacio dentro, la falta de
algo, que algo no anda bien, un claro ejemplo de esto son los ricos que tienen
todo, pero al mismo tiempo no tienen nada por lo que tienen plata, dinero
y todo eso pero en si no tienen felicidad, como dice el dicho popular: "el
dinero no compra la felicidad" pues así también pasa con el pecado.
Como en el ejemplo de la parábola que los que fueron invitados al banquete
no asistieron y ahora nos está invitando a nosotros como con los judíos que
rechazaron al hijo de Dios, pero no todos pero si en su mayoría orientados por
los fariseos, entonces Jesús decidió ampliar sus invitaciones y se decidió a
invitarnos a nosotros los gentiles, entonces como ya dije ¿ Aceptaremos su
invitación o la rechazaremos? pues eso si ya está en cada persona y en como
tomar la situación, sentarse sin preocuparse de nada acerca de este tema o al
menos preocuparse pero seguir igual en el mundo pensando que su asistencia a la
iglesia lo salvara o pararse y batallar para no caer en el pecado , orientar a
otros para que conozcan la verdad de que "Cristo Jesús" murió en la
cruz por nosotros para salvarnos y que vendrá en un futuro ya cercano para
llevarnos al "Edén Celestial" o como dice en la parábola a el
gran banquete en celebración del matrimonio de Jesús con la iglesia que somos
nosotros entonces que es lo que irán o iremos a hacer.
Pensémoslo bien y dejemos ya esa indecisión que no le
agrada a Dios por lo que él prefiere que estemos fríos en el espíritu o en
nuestra adoración que tibios en una indecisión de estoy en la iglesia y creo,
adoro, canto, me comporto como un cristiano y salgo y de una ya cambia la
personalidad y se transforma en otro ser que no es capaz de vivir en el mundo y
no untarse o meterse en las inmundicias y pecados del mundo sino que tendríamos
por lo que nuestro Padre celestial no nos obliga a vivir una vida tomados de la
mano del señor adorándole y obedeciendo su palabra, lleno de tal felicidad que
no se puede compara con todas las riquezas y placeres que tiene por ofrecer el
mundo que en vez de darnos felicidad nos deja un vacío que solo puede ser
llenado con "Cristo Jesús" entonces aquí me despido con la simple y
recalcada respuesta de que nosotros mismos somos los que elegimos si vamos a
asistir o no a la "Gran Canaán Celestial" o como dice en la
parábola de "los invitados al banquete del reino".
Que Dios te bendiga y te de muchos años más de vida y
que puedas tomar la decisión correcta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario