Hola amigos, bienvenidos a este sitio que solo busca compartir todo aquello que llega a mi buzón, y nos ayuda a crecer en nuestra fe católica..
(casi todo es sacado de la red)

Si alguien comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia o que se retire, por favor, que me lo comunique y lo hago inmediatamente. Gracias.

Espero que os sirva de ayuda y comenteis si os parece bien...


Gracias


Maria Beatriz.



SI AL CRUCIFIJO Tu quita un Crucifijo y nosotros pondremos mil

En este blog rezamos por todos los cristianos perseguidos y asesinados

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NOTICIAS SOBRE S.S. FRANCISCO

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Hemos vuelto

Queridos hermanos en Cristo. Tras algunos años de ausencia por motivos personales. A día de hoy 24 de Marzo del 2023, con la ayuda de Dios Nuestro Señor retomamos el camino que empezamos hace ya algún tiempo. Poco a poco nos iremos poniendo al día, y trataremos de volver a ganarnos vuestra confianza.

Gracias de antemano y tenednos paciencia.
Dios os guarde a todos y muchas gracias a los que a pesar de todo habéis permanecido fieles a este blog, que con tanto cariño y tanta ilusión comenzó su andadura allá por el año 2009

Dios os bendiga y os guarde a todos.

CAMINATA DE LA ENCARNACIÓN

23 de junio de 2011

Mes del Sagrado Corazón. Día 23



* Por la señal de la Santa Cruz...

* ORACIÓN PREPARATORIA

Dios mio, me postro ante vuestra soberana presencia; yo os adoro en unión de vuestro Santísimo Hijo y deseo unir mi corazón al suyo, para ofreceros una oración pura y agradable o vuestros divinos ojos. Y Vos, Virgen Santísima, Angel de mi guarda y santos de mi devoción, interceded por mi, a fin de que pueda meditar las excelencias del amor de Cristo. Amén.
* DEPRECACIONES

Oh, preciosa Herida, abierta en el Sagrado Corazón para dar paso a las llamas de su inmenso amor, haced que el incendio de la caridad purifique nuestros corazones de la inmundicia del pecado.

Padrenuestro, Avemaria y Gloria.

Oh, Corona de espinas que atormentasteis al Corazón Sacratisimno con las puntas crueles de nuestros pecados! Alcanzadnos un santo y sincero remordimiento de nuestras culpas.

Padrenuestro, Avemaria y Gloria.

Oh Cruz plantada en el Corazón de Cristo, árbol frondoso alimentado por la sangre divina, signo de vuestro ardiente deseo de ser crucificado! Concedednos una entera resignación a los designios de la Providencia.

Padrenuestro, Avemaria y Gloria.

..*..*..*..*..*..

* MEDITACIÓN DIARIA:


La Devoción al Corazón de Jesús y sus raíces en el dogma cristiano
Dom Columba Marmion

“Devoción” viene de la palabra latina devovere: dedicarse, consagrarse así mismo a una persona amada. La devoción hacia Dios es la más alta expresión de nuestro amor. “Amarás a Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu espíritu, con todas tus fuerzas”: Diliges Dominum Deum tuum ex TOTO corde tuo, et ex TOTA anima tua, et ex TOTA mente tua(1).

Ese totus marca la devoción: amar a Dios con toda la persona, si reservarse nada, sin cesar, amarla hasta el punto de consagrarse a su servicio con prontitud y facilidad, tal es la devoción en general; y así entendida, la devoción constituye la perfección: porque ella es la flor misma de la caridad(2).

La devoción a Jesucristo es la consagración de todo nuestro ser y de toda nuestra actividad a la persona del Verbo encarnado, abstracción hecha de tal estado particular de la persona de Jesús o de tal misterio especial de su vida. Por esta devoción a Jesucristo, nos daremos a la tarea de conocer, honrar y servir al Hijo de Dios que se manifiesta en nosotros por su santa humanidad.

Una devoción particular, sea la “consagración” a Dios considerado especialmente en uno de sus atributos o una de sus perfecciones, como la santidad o la misericordia, o aun una de las tres personas divinas, sea de Cristo contemplado en sus misterios, bajo uno u otro de sus estados: es siempre el mismo Cristo Jesús que honramos, a cuya persona adorable se dirigen todos nuestros homenajes; pero consideramos su persona bajo tal aspecto particular donde se manifiestan a nosotros en tal misterio especial.

Así, la devoción a la santa Infancia es la devoción a la persona misma de Cristo contemplado especialmente en los misterios de su natividad y de su vida de adolescente en Nazareth; la devoción a las cinco llagas es la devoción a la persona del Verbo encarnado considerado en sus sufrimientos, sufrimientos simbolizados por las cinco llagas cuyas gloriosas cicatrices Cristo quiso conservar después de su resurrección. La devoción puede tener un objeto especial, propio, inmediato, pero termina siempre en la persona misma(3).

A partir de aquí, comprendemos lo que hay que entender por devoción al Sagrado Corazón de Jesús. De una manera general, la consagración a la persona Jesús mismo, que manifiesta su amor por nosotros y que nos muestra su amor por nosotros y que nos muestra su corazón como símbolo de este amor.

¿Qué honramos pues en esta devoción? A Cristo mismo, en persona. Pero cuál es el objeto inmediato, especial, propio de esta devoción? El corazón de carne de Jesús, el corazón que latía por nosotros en su pecho de Hombre-Dios; pero no le honramos separado de la naturaleza humana de Jesús ni de la persona del Verbo eterno a quien esta naturaleza humana está unido en la encarnación. ¿Y eso es todo? No; falta todavía agregar esto: honramos este corazón como símbolo del amor de Jesús respecto de nosotros.

La devoción al Sagrado Corazón se remite, pues, al culto del Verbo encarnado que nos manifiesta su amor y nos muestra su corazón como símbolo de este amor.

Es sabido que, según ciertos protestantes, la Iglesia es como un cuerpo sin vida; habría recibido toda su perfección desde los comienzos y tendría que permanecer petrificada; todo lo que surgiese en adelante, sea en materia dogmática, sea en el ámbito de la piedad no es, a sus ojos superfetación y corrupción.

Para nosotros, la Iglesia es un organismo vivo, que como todo organismo vivo, debe desarrollarse y perfeccionarse. El depósito de la revelación fue sellado con la muerte del último apóstol; después, ningún escrito es admitido como inspirado, y las revelaciones particulares de los santos no entran en lo absoluto de las verdades contenidas en la revelación oficial de las verdades de la fe.

Pero muchas de las verdades contenidas en la revelaciones contenidas en la revelación oficial no se encuentran sino en germen; la ocasión no se da sino poco a poco, bajo la presión de los acontecimientos y la guía del Espíritu Santo, para alcanzar definiciones más explícitas que fijen las fórmulas precisas y determinadas de lo que antes era conocido sólo de manera implícita.

Desde el primer instante de su encarnación, Cristo Jesús poseyó en su santa alma todos los tesoros de la ciencia y de la sabiduría divinas. Pero no fue sino poco a poco que fueron revelándose. A medida que Cristo crecía en edad, esta ciencia y sabiduría se declararon, se veía aparecer y florecer las virtudes qué Él contenía en germen.

Algo análogo sucede en la Iglesia, cuerpo místico de Cristo. Por ejemplo, encontramos en el depósito de la fe esta magnífica revelación: “El verbo era Dios, y el Verbo se hizo carne(4)”. Esta revelación contiene tesoros que no has sido puestos al día sino poco a poco; es como una semilla que de desarrolla en frutos de verdad para aumentar nuestro conocimiento de Cristo Jesús.

Con ocasión de las herejías que se levantaron, la Iglesia, guiada por el Espíritu Santo, definió que no hay Cristo sino una persona divina, pero dos naturalezas distintas y perfectas, dos voluntades, dos fuentes de actividad; que la Virgen María es la Madre de Dios; que todas las partes de la santa humanidad de Jesús son adorables en razón de su unión con la divina persona de la Verbo. ¿Son éstos dogmas nuevos? No. Es el depósito de la fe que se explica, se desarrolla.

Lo que decimos de los dogmas de aplica perfectamente a las devociones. En el curso de los siglos, surgieron devociones que la Iglesia bajo la guía del Espíritu Santo, admitió e hizo suyas. No son, en lo absoluto, innovaciones propiamente dichas, son efectos de manan de los dogmas establecidos y de la actividad orgánica de la Iglesia.

Una vez que la Iglesia enseñante aprueba una devoción, que la confirma con su autoridad soberana, debemos aceptarla dichosamente; actuar de otra manera no sería “compartir los sentimientos de la Iglesia”, sentire cum Ecclesia, sería dejar de entrar en los pensamientos de Cristo Jesús; porque Él dijo a sus apóstoles y a sus sucesores: “Quien los escucha me escucha, quien los desprecia, me desprecia”(5). Ahora bien, ¿cómo ir al Padre si no escuchamos a Cristo?

Relativamente moderna, bajo la forma que reviste actualmente, la devoción al Sagrado Corazón encuentra sus raíces dogmáticas en el depósito de la fe. Estaba contenida en germen en la palabra de San Juan: “El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros… llevó hasta el límite el amor que tenía por los suyos”(6).

¿Qué es, en efecto, la Encarnación? Es la manifestación de Dios, es Dios que se revela a nosotros mediante la humanidad de Jesús”: Nova mentis nostrae oculis lux tuae claritatis infulsit(7); es la revelación del amor divino al mundo: “Dios amó tanto al mundo que le dio a su hijo para que se entregara por ellos: “No hay amor más grande que dar la vida por sus amigos”: Majorem hac dilectionem nemo habet(8). Toda la devoción al Sagrado Corazón está en germen en esas palabras de Jesús.

Y para Mostar que este amor había alcanzado el grado supremo, Cristo Jesús quiso que ni bien exhalase su último suspiro sobre la cruz, su corazón fuese traspasado por la lanza de un soldado.

Como se verá, el amor que está simbolizado por el corazón en esta devoción es ante todo el amor creado de Jesús, pero como Cristo es el Verbo encarnado, los tesoros de este amor creado nos manifiestan las maravillas del amor divino, del Verbo eterno.

Se comprende que la profundidad de esta devoción se sumerge en el depósito de la fe. Lejos de ser una alteración o una corrupción, es una adaptación, a la vez simple y magnífica, de las palabras de San Juan sobre el Verbo, que se hizo carne y se inmoló por amor por nosotros.

* LETANÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Señor ten misericordia de nosotros.
Cristo, ten misericordia de nosotros.
Señor ten misericordia de nosotros.
Cristo, óyenos.
Cristo, escuchanos.
Dios, Padre celestial, ten misericordia de nosotros.
Dios, Hijo Redentor del mundo.
Dios, Espíritu Santo.
Trinidad santa, que eres un solo Dios.
Corazón de Jesús, Hijo del Padre Eterno.
Corazón de Jesús, formado por el Espíritu Santo en el seno de la Virgen Madre.
Corazón de Jesús, unido sustancialmente al Verbo divino.
Corazón de Jesús, de majestad infinita.
Corazón de Jesús, templo santo de Dios.
Corazón de Jesús, tabernáculo del Altísimo.
Corazón de Jesús, Casa de Dios y puerta del cielo.
Corazón de Jesus, horno ardiente de caridad.
Corazón de Jesús, receptáculo de justicia y amor.
Corazón de Jesus, lleno de bondad y amor.
Corazón de Jesus, abismo de todas las virtudes.
Corazón de Jesús dignísimo de toda alabanza.
Corazón de Jesus, Rey y centro de todos los corazones.
Corazón de Jesus, en quien están todos los tesoros de sabiduría y ciencia.
Corazón de Jesús, en quien habita toda la plenitud de la Divinidad.
Corazon de Jesús en quien el Padre se ha complacido.
Corazón de Jesús, de cuya plenitud todos hemos recibido. Corazón de Jesús, deseo de los collados eternos.
Corazon de Jesús, paciente y de mucha misericordia.
Corazón de Jesús, rico para todos los que Te invocan.
Corazón de Jesús, fuente de vida y santidad.
Corazón de Jesús, propiciación por nuestros pecados.
Corazón de Jesús, saturado de oprobios.
Corazón de Jesús, oprimido por nuestras maldades.
Corazón de Jesús, hecho obediente hasta la muerte.
Corazón de Jesús, traspasado por la lanza.
Corazón de Jesús, fuente de todo consuelo.
Corazón de Jesús, vida y resurrección nuestra.
Corazón de Jesús, paz y reconciliación nuestra.
Corazón de Jesús, victima por los pecadores.
Corazón de Jesús, salvación de los que en Tí esperan.
Corazón de Jesús, esperanza de los que en Tí mueren.

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, óyenos, Señor.
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, ten misericordia de nosotros.

Jesús, manso y humilde de corazón, haz nuestro corazón semejante al tuyo.

¡Oh Dios todopoderoso y eterno! Mira el Corazón de tu amantísimo Hijo y las alabanzas y satisfacciones que en nombre de los pecadores te tributa; concede aplacado el perdón a éstos que piden tu misericordia en el nombre de tu mismo Hijo Jesucristo. Quien contigo vive y reina por los siglos de los siglo. Amén.


* CONSAGRACIÓN DIARIA AL CORAZÓN DE JESÚS.

Amado Jesús, Redentor mío, gracias por el inmenso amor con que me amas, amor que sé que me protegerá y me acompañará a lo largo de todo este día; gracias por haberme rescatado del pecado y por tu infinita misericordia para conmigo; por haberte quedado en la Eucaristía como alimento en mi caminar hacia la vida eterna y porque con tu Cuerpo y con tu Sangre, también me das tu Sacratísimo Corazón , para ir haciendo el mío cada vez más semejante al Tuyo.

Quiero corresponder a tu Amor con el mío, aunque sé que es pobre e imperfecto, para reparar con mi amor todo el dolor que te he causado con mis muchos pecados y las ofensas que hieren cada día tu Divino Corazón.

Quiero que tu Corazón sea el corazón de mi corazón, para que todo lo tuyo sea mío, para amarlo todo en Ti, para hacer míos tus sentimientos, tus intereses y todos tus sufrimientos, para vivir siempre en tu presencia y para que mi corazón sólo se ocupe en amarte y servirte en mis hermanos, y glorificar así a Dios Padre.


Propongo con el auxilio de tu gracia no volver a pecar más y jamás apartarme de Ti, hacerte conocer y amar y hacer todo cuanto esté en mi mano, para que el reinado de tu Corazón sea en este mundo tan alejado de Ti, una realidad.

Inunda mi pobre corazón con tu Amor, para que pueda amarte hasta la locura; y aunque nada soy y nada valgo,pues sé que cuanto hay de bueno en mí es don Tuyo,
me consagro del todo a tu Corazón, el más misericordioso, bondadoso,
humilde, fiel y paciente de todos los corazones,
con la certeza de que tu misericordia suplirá todo lo que a mí me falta.

Corazón de Jesús, haz que arda y siempre crezca en mi, tu amor.

Señor Jesús, bendice y cubre con la protección de Tu Divino Corazón durante este día, al Santo Padre el Papa, a nuestra Santa Madre Iglesia , al Pastor de nuestra Diocesis y a sus Obispos auxiliares; a esta Diócesis, a tus sacerdotes, a mi familia, amigos y enemigos.


Da la perseverancia a los justos y convierte a los pecadores; fortaleza a los enfermos ; pan, abrigo y techo a los pobres, asiste a los moribundos; derrama tu misericordia sobre los que morirán hoy, y extiende sobre todos los corazones el Reinado de tu Amor. Amen.

Sagrado Corazón de Jesús en Tí confío.
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Las oraciones al Sagrado Corazón han sido extraidas del libro:“PARA ORAR Y MEDITAR“. Mª.A.A. 
Nº Ins. R.P.I.: 02/2000/6855/1 . B-42237-2001

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